Con su privilegiada situación geográfica y la huella que en ella dejaron romanos, musulmanes, judíos y cristianos, Zaragoza ofrece un valor turístico incalculable. La Basílica del Pilar, el mayor templo barroco de España, es el símbolo de la ciudad por excelencia. El Palacio de la Aljafería y la Catedral del Salvador (La Seo), son las otras dos joyas artísticas de obligada visita.
El Foro, las Termas públicas, el Puerto fluvial y el Teatro conforman la Ruta de Caesaraugusta.
Para amantes del arte, el Museo de Zaragoza o el Museo Goya – Colección Ibercaja, exponen grandes obras del pintor Zaragozano.
El Acuario, junto al Pabellón Puente, la Torre del Agua y el Palacio de Congresos componen el flamante legado de infraestructuras que la Exposición Internacional del 2008 dejó a la ciudad, la cual sirvió para renovarla y embellecerla.
Por supuesto, no nos podemos olvidar de su deliciosa gastronomía, siendo El Tubo la zona típica para el tapeo.